Cuidado y limpieza de elementos ópticos

Algunos consejos prácticos:

• El entorno para manipular y limpiar la óptica deberá estar limpio, sin polvo o partículas en suspensión en el ambiente.
  
  
• Usar guantes de plástico (o dedales de plástico) sin talco y resistentes a la acetona. El aceite y los residuos de las manos o de los tejidos usados (guantes de tela) pueden manchar o rayar los recubrimientos ópticos.
  
  
• Nunca tocar ninguna superficie óptica, ni transmisiva ni reflectiva, incluso llevando guantes. Los componentes ópticos han de sujetarse por los bordes.
  
  
• Nunca re-usar un papel/tela/gamuza de limpieza. Piensa que los papel de limpieza suelen ser mucho más económicos que el precio de una óptica.
  
  
• Primero hay que inspeccionar visualmente la superficie óptica en cuestión, buscando polvo o manchas, sosteniéndola cerca de una fuente de luz visible potente y girándola a varios ángulos con el fin de ver el scattering (dispersión de la luz) producido por el polvo y las manchas.
  
  
• Segundo hay que eliminar los residuos sólidos de la superficie óptica soplando encima aire o nitrógeno comprimido y limpio (muy bien filtrado), ya sea proveniente de un sistema de filtrado o de un bote que exista comercialmente. Nunca utilices un producto que contenga líquido. Asegúrate que tu lata de aire o nitrógeno no contiene ningún líquido soplando un poco de aire en otra superficie primero (antes de aplicarlo sobre la superficie óptica).
  
  
• Tercero, una vez retirados los residuos sólidos por soplado, se recomienda alcohol puro como solvente al limpiar una superficie óptica (si es realmente necesario), típicamente alcohol etílico o isopropílico (puros).